Después de tener que retrasar el post de hoy por la "entrega de premios", por fin os cuento que hace unos días en lo que nuestra amiga blogera Encar bañaba a sus peques y preparaba las cenas, la Niña Pimiento se adentró a hurtadillas y sin hacer ruido en su cocina y le cogió prestada la receta de sus galletas de mandarina y jengibre.
Desde que la Niña las vió publicadas, tenía unas ganas tremendas de hacerlas, por tres cosas: porque no llevan mantequilla, porque la Niña estaba deseando hacer una receta de Encar's Bakery y porque si Encar dice que están ricas, ¡es que están ricas!.
Pero no queríamos hacerlas iguales, así que rebuscando por el "despensero repostero" encontramos una bolsita de almendra crocante... y ¡zas! ya teníamos idea para hacer las galletas un poquito diferentes y con una pequeña vuelta de tuerca, como dice nuestro amigo 'panarra' Carlos.
Con la almendra y unos cortadores redondos de diferente diámetro ya teníamos la fiesta montada!!
Pero no queríamos hacerlas iguales, así que rebuscando por el "despensero repostero" encontramos una bolsita de almendra crocante... y ¡zas! ya teníamos idea para hacer las galletas un poquito diferentes y con una pequeña vuelta de tuerca, como dice nuestro amigo 'panarra' Carlos.
Con la almendra y unos cortadores redondos de diferente diámetro ya teníamos la fiesta montada!!
También hemos hecho esta receta, porque urgentísimamente necesitábamos hacer galletas. El día anterior le regalaron a la Niña el tarro de galletas de la foto, y había que llenarlo antes de que entristeciera, o es que acaso no sabíais que los tarros, cajas y latas de galletas cuando están vacíos se ponen tristes?. Y en casa de la Niña Pimiento no está triste ni el tarro de las galletas!!
¡¡Gracias "Anita"!!, no veas la cantidad de galletas que caben. No hay quien se resista a no abrirlo y agarrar una galleta para comértela!! y el mensaje del bote muy apropiado...
Y ahora a por los roscos, vamos allá!!!
- 500 gr.
de harina de repostería
- 1 cdta. de levadura de repostería
- 2 cdtas. de jengibre en polvo (nosotras las echamos bien generosas)
- Ralladura de la piel de 1 mandarina grande o de 2
pequeñas
- 150 gr. de zumo de mandarina
- 140 gr. de azúcar glas (Encar le pone 150 gr.)
- 150 gr. de aceite de oliva suave
- 1 huevo (separadas la clara de la yema)
- Almendra crocante (también podéis utilizar almendra en
cubitos)
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- Mezclar en un bol el zumo de las mandarinas, el aceite, la yema de huevo y la ralladura de mandarina, batir con unas varillas hasta que quede todo bien integrado
- En otro recipiente mezclar la harina tamizada, el azúcar glas, la levadura y el jengibre
- Ir echando poco a poco los ingredientes secos en el bol de los líquidos, sin dejar de remover con las varillas. Cuando veamos que la masa es consistente, pasar a amasar con las manos hasta conseguir una masa homogénea y húmeda
- Cubrir la masa con papel film y dejarla reposar en la nevera, al menos 1 hora.
- Pasado este tiempo, precalentar el horno a 180º, calor arriba y abajo
- Poner la masa en la superficie de trabajo y extenderla con un rodillo, hasta dejarla más o menos de 0,5 cm. de grosor.
- Con dos cortapastas redondos de diferente diámetro, ir formando los roscos.
- Forrar una bandeja de horno con papel sulfurizado, e ir colocando los roscos con mucho cuidado y ayudándonos de una espátula (Tendréis que tener preparada más de una bandeja porque salen unos cuantos).
- Pincelar los roscos con la clara de huevo e ir colocando sobre ellos la almendra crocante.
- Hornear durante más o menos 12-15 minutos.
* Al echar la almendra no os cortéis, porque al manipularlas se pierde bastante por el camino.
* Al pasar el rodillo nosotras dejamos unos pocos mas gorditos, no veáis como están éstos remojados en la leche... Si los hacéis mas gruesos tened en cuenta que el tiempo de horneado va a ser mayor.
* Un truquín para que no se os desfiguren mucho los roscos: haced el agujero central una vez puestos en la bandeja del horno.
* Al pasar el rodillo nosotras dejamos unos pocos mas gorditos, no veáis como están éstos remojados en la leche... Si los hacéis mas gruesos tened en cuenta que el tiempo de horneado va a ser mayor.
* Un truquín para que no se os desfiguren mucho los roscos: haced el agujero central una vez puestos en la bandeja del horno.
* En nuestro caso utilizamos almendra crocante y como no fue suficiente, a los últimos roscos les añadimos almendra en cubitos, ambas compradas en Mercadona. También se pueden encontrar en cualquier supermercado de la marca Vahiné.
* El tiempo puede variar según los hornos, estarán hechas cuando empiecen a dorarse.
¿Y ahora que? a parte de esperar a que se enfríen para empezar a comeros los roscos, os cuento las notas de cata de la Niña, que en esto del galleteo es una cuasiexperta.
Dice que si las probais una vez frías, pero en el mismo día que las habeís horneado, vais a notar el picorcillo del jengibre. Con el paso de los días mantienen el sabor pero pierden intensidad, y el picorcillo que os cuento. Se conservan perfectamente guardadas en un tarro o caja hermética.
Ey!!! que pierdan la intensidad del jengibre con el paso de los días no quiere decir que estén menos buenas!! Os aseguro que al sexto día, siguen estando r-i-q-u-í-s-i-m-a-s!!
Y decimos lo de sexto porque salen muchas y puede que os duren bastante, todo depende de las que comáis cada vez y de la cantidad de bocas que seáis en cada casa.
A la Niña Pimiento le han gustado mucho, y rosco va, rosco viene ha vaciado el tarro en menos de una semana. Lo más seguro es que las repitamos en breve!!
Así que Encar después del éxito de tus galletas, creo que no tardando, cogeremos prestada otra de tus recetas, pero por favor, déjanos el recetario más a mano que no veas lo que le ha costado a la Niña encontrarlo!