CROQUETAS DE CECINA

Ya estamos aquí de nuevo, calentando motores para celebrar el #diadelsuperbocata el próximo 15 de marzo!!

Pero mientras tanto, he tenido que hacer unas croquetas un poco diferentes, casi por obligación, porque la Niña Pimiento se ha puesto muy pesada pidiéndome unas "croques" para picotear a mediodía con un mosto, que no fueran como las que acostumbramos hacer en casa. 

Así que yo, que le concedo todos los caprichos del mundo y malcrío a la Niña, me puse a pensar de qué las podía hacer. Me acordé que tenía una receta pendiente de Pam, de croquetas de cecina....sííí suena muy bien, pues imaginaros como están, mas que imaginároslo os invito y animo a que las hagáis y las probéis!!

Como decía, la receta está basada en la de Pam, pero he hecho algunas pequeñas variaciones adaptándolas a los gustos de casa y a los de la Niña.

Qué quién es Pam?, Pues es la dueña y señora del blog Uno de Dos, pinchad en el enlace, porque su blog contiene un montón de buenas recetas, buenas fotos, y buenos consejos! Yo ya he hecho varias de ellas y todas han salido requetebien!! Así que Pam este post te lo dedica la Niña Pimiento, que además sabe que estas pachuchilla. 

Estas no dejan de ser unas croquetas como otras, misterio a la hora de hacerlas ninguno, y el resultado una croqueta con un sabor a cecina que pa'que! Eso sí, esto es como todo, cuanto mejor sea la calidad de la materia prima, mejor será el resultado. 
Así que agarrad vuestras sartenes y espumaderas que vamos a disfrutar!! Yo mientras las hago voy a ver si enseño a la Niña a decir bien c-r-o-q-u-e-t-a y no c-o-c-r-e-t-a, que todavía se le escapa este palabro de vez en cuando y una niña con blog tiene que hablar bien!

- 1250 ml. de leche entera -  100 gr. de harina de trigo -  150-170 gr. de cecina de vaca -  1 cebolla -  Sal -  Nuez moscada -  Pimienta negra  molida -  Aceite de oliva virgen extra (6 cucharadas) -  Pan rallado  -  Huevos

 

HACER LA MASA DE LAS CROQUETAS

• Trocear la cebolla en trozos muy pequeños
• Trocear también la cecina y reservar una loncha.
• Poner a calentar la leche a fuego lento e introducir en ella la  cecina que habíamos reservado.
• Poner el aceite a calentar en una sartén, una vez caliente añadir la cebolla y sofreírla hasta que se dore.
• Añadir la cecina y rehogarla levemente junto con la cebolla
• Retirar la cebolla y la cecina de la sartén y en el mismo aceite (se puede añadir algo más de aceite si vemos que no nos ha quedado el suficiente en la sartén), añadir la harina, hasta que se tueste y tome un poco de color.
• Echar la cecina y la cebolla hasta que se integren bien en la harina.

• Cuando la leche que habíamos puesto a calentar esté casi hirviendo, retiramos la loncha de cecina, y la vamos vertiendo sobre la sartén poco a poco, según vayamos necesitando.
• Es probable que necesitéis toda la leche pero no la añadáis toda de una vez)
• Remover con unas varillas o una cuchara de madera, con cuidado que no queden grumos y dejar reducir a fuego medio y sin dejar de remover.
• Salpimentar y echar nuez moscada al gusto. Cuidado al añadir la sal porque la cecina ya le da a la masa un toque sabroso.
• La masa estará lista cuando se despegue de las paredes de la sartén.
• Una vez lista, volcar la masa sobre una fuente y dejar enfríar. Una vez fría tapar la fuente con film transparente, y dejar en la nevera hasta el día siguiente.

*A la hora de hacer la bechamel de las croquetas cada uno tiene su método, yo saco la cebolla y la cecina de la sartén antes de añadir la harina, da igual como lo hagáis, pero no os saltéis el paso de infusionar la loncha de cecina en la leche, que es lo que le da la mayor parte del sabor a la croqueta.

FORMADO DE LAS CROQUETAS

• Al día siguiente o cuando tengas tiempo de ponerte a darlas forma , haced las croquetas ayudándoos de dos cucharas, o de una manga pastelera con una boquilla redonda, como es nuestro caso, o cada uno que siga el método que mejor le resulte, que aquí cada maestrillo tiene su librillo.
• Una vez dadas la forma, pasar por pan rallado, huevo y otra vez pan rallado.
• Llegado este punto ya están listas para freír en abundante aceite bien caliente o para congelar.

*Estas croquetas quedan perfectas después de descongelarlas. Para congelarlas, lo que hacemos nosotros es disponer todas las croquetas, después de darlas la forma y pasarlas por el pan rallado-huevo-pan, en una tabla y meter ésta en el congelador. Pasadas unas horas o al día siguiente cuando las croquetas hayan endurecido las retiramos de la tabla y las metemos en una bolsa de congelación. Y ya teneís aperitivo para acompañar muchas cervecitas, vermuts, mostos, o lo que os guste beber.

A nosotras nos han encantado, y seguro que cuando se acaben las que tenemos congeladas, haremos más!!!

Besos de Pimiento!!